Respuesta a las personas que se ofenden por ciertos pasajes de las Escrituras

Amados, ningún corazón puede concebir suficientemente bien el gran provecho y beneficio que los hombres y mujeres cristianos pueden obtener al escuchar y leer diligentemente las Sagradas Escrituras, y mucho menos ninguna lengua puede expresar estas cosas con palabras. Por eso Satanás, nuestro antiguo enemigo, viendo que las Escrituras son el camino correctamente designado para llevar a la gente al verdadero conocimiento de Dios, y que la religión cristiana es ampliamente fomentada al escucharlas y leerlas con diligencia, y percibiendo también que estas son un obstáculo para él y para su reino, hace lo que puede para expulsar de la iglesia de Dios la lectura de ellas. Y con ese fin siempre ha incitado, en uno u otro lugar, a crueles tiranos, agudos perseguidores y enemigos extremos de Dios y su verdad infalible, para arrancar con violencia las Santas Biblias de las manos del pueblo y destruirlas y consumirlas con el mayor odio y rencor hasta convertirlas en cenizas en el fuego, pretendiendo imponer de la manera más falsa la idea de que el mucho oír y leer la Palabra de Dios es una ocasión de herejía, libertad carnal y el derrocamiento de todo buen orden en todas las comunidades bien organizadas.