Las personas que combaten: Jesús y el diablo, la simiente de la mujer y la simiente de la serpiente. Este combate fue diseñado mucho antes de llevarse a cabo:
Génesis 3:15: “Y pondré enemistad entre ti y la mujer, y entre tu simiente y la simiente suya; ésta te herirá en la cabeza, y tú le herirás en el calcañar”. Y ahora vemos que está cumplido. Aquí está el Príncipe de Paz contra el príncipe de las tinieblas, Miguel y el dragón, el Capitán de nuestra salvación y nuestro enemigo. El diablo es el gran arquitecto de la maldad, pero Cristo es el Príncipe de la vida y de la justicia. Estos son los combatientes: uno arruinó la creación de Dios y el otro la restauró y reparó.