Tampoco pensamos mucho en consultar a los traductores o comentaristas, caldeos, hebreos, sirios, griegos o latinos, no, ni a los españoles, franceses, italianos u holandeses; tampoco desdeñamos revisar lo que habíamos hecho y volver a llevar al yunque lo que habíamos martillado a mano: sino que, teniendo y utilizando toda la ayuda necesaria, y sin temer ningún reproche por la lentitud, ni codiciar la alabanza por la expedición, al final, por la buena mano del Señor sobre nosotros, hemos llevado la obra a este punto que veis. -Los traductores al lector.
Los traductores del Rey reconocieron varias fuentes que fueron utilizadas para producir la Versión Autorizada. Estas fueron dadas «por la buena mano del Señor». Además de las herramientas estándar utilizadas por los traductores, los hombres de la Biblia King James utilizaron también traducciones inglesas y extranjeras anteriores. Entre ellas estaba la Versión Reina-Valera de 1602, y con razón, pues existe una estrecha relación entre la Valera y la KJV. No sólo porque son primas históricas basadas en el mismo tipo textual, sino porque son igualmente respetados entre sus respectivos pueblos. Por ello, no es de extrañar que la Sociedad Bíblica Americana se refiriera a la Valera como «la versión King James del mundo de habla hispana«. (Recordando a Casiodoro De Reina, Bible Society Record, 1969).